Plurinacionalidad, multiculturalismo y derechos medioambientales: El constituyente Félix Galleguillos y la lucha en representación del pueblo lickanantay

Por Ángela Gacitúa y Alex Choque

Tras su elección, conversamos con el constituyente que representa al pueblo Lickanantay en la Convención Constitucional y conocimos su opinión sobre los temas más urgentes que debe abordar la nueva Carta Magna, incluido el reconocimiento de los pueblos originarios.

El pasado 15 y 16 de mayo se realizó la elección de constituyentes. Por primera vez, se aseguró la representatividad de los pueblos originarios en el proceso, designando 17 escaños reservados. Fue así como Félix Galleguillos, ingeniero civil ambiental de 35 años, pasó a ser el representante del pueblo Lickanantay o Atacameño en la Convención Constitucional. Sin embargo, él insiste que es solo la cara visible de un proceso del que todos los atacameños son responsables.

Galleguillos nació en la comunidad atacameña de Taira y desde 2010 forma parte de su directorio. Siempre involucrado con las problemáticas de su comunidad, en febrero empezó su candidatura como constituyente. Tras su elección, conversamos con él, respecto a la importancia de la representación de su pueblo originario, los elementos que no pueden faltar en la nueva Constitución y la paridad de género.

¿Por qué es importante que la visión, voz y voto de la nación Lickanantay esté presente en esta nueva Constitución?

Porque tenemos particularidades que pueden aportar a como vemos este mundo y como vivimos en él, no estamos aislados, nos interrelacionamos con el mundo. El solo hecho de ir a la educación tradicional, podemos aportar con elementos propios de los distintos pueblos. En el sistema educacional, te vas homogeneizando, entonces esto a la postre hace perder esa riqueza, tanto al país como a los pueblos originarios, no solamente en el tema de la educación, también en la salud, y la cosmovisión, es decir, cómo vemos y nos relacionamos con el entorno.

¿Cuál es el tema más importante que debe tratar o abordar la Constitución?

 La plurinacionalidad y la interculturalidad, que se nos reconozcan como naciones primarias de este Estado llamado Chile, pues nos interrelacionamos con otras culturas dentro de este país. De ahí se van a ir agregando otros derechos que buscamos como el reconocimiento constitucional de las aguas y a que las consultas no solamente sean por un solo tema como el sistema ambiental, sino que también se nos consulte por los proyectos.

Respecto a la plurinacionalidad, ¿podría explicar qué significa este término y las implicancias que tendría en Chile?

La plurinacionalidad implica que se reconozca que en el Estado chileno confluyen varias naciones y que cada una tiene sus particularidades. Nosotros entendemos que no va a quedar claramente establecido el nombre Lickanantay, eso ya sería dificultoso, pero si se puede implicar el tema de la espiritualidad. Esto te da esa anchura para poder desarrollar tu espiritualidad, no solamente desde un solo punto de vista.

En la salud, que esté garantizada la salud intercultural, también es parte de la plurinacionalidad, porque reconoce tu medicina o como tu vez el tema de la salud. En la educación, no solamente es la educación tradicional que tú recibes, sino que también es importante la educación del respectivo pueblo. 

¿Por qué decidiste postularte como constituyente de pueblos originarios?

Esto tiene que ver con mi base de formación y participación. Cuando yo estaba en la universidad, estuve en la Comunidad Ayllu y dentro de sus principios está participar activamente en todos los lugares donde se lidere las temáticas de los pueblos originarios.

Por eso mismo, había tomado la decisión de ser candidato a consejero nacional atacameño, pero cuando se habló sobre el tema de los constituyentes y se me solicitó por medio de comunidades Lickanantay, sumarme a este proceso, también la hice mía porque considero que puedo aportar desde mi formación.

El 4 de marzo, el Congreso aprobó la paridad en la conformación de la Convención Constitucional. Por este motivo, en los distritos con un número par de escaños, debían resultar electos el mismo número de hombres y mujeres. En el caso de que no se diera esa repartición naturalmente, se reemplazaba el candidato preliminarmente electo por el candidato más votado del sexo opuesto.

Dado a este mecanismo es que Galleguillos salió electo, pese a que su compañera de lista, Ximena Anza Colamar, obtuvo más votos. Respecto a ello, Félix señala que siempre tuvieron clara la posibilidad de la corrección por paridad, y que se evidenció la alta probabilidad de que ello ocurriera una vez que se supieron cuáles eran las candidaturas oficiales.

¿Qué opinas de que hayas salido constituyente por paridad de género? En este caso, le jugó en contra a tu compañera de lista, Ximena Anza.

A medida que se fueron dando las inscripciones, supimos cuáles eran las candidaturas oficiales, teníamos más o menos clara la paridad y sacando cuentas ya había tres posibles cupos de mujeres titulares que podrían quedar.

Por eso, cuando lo comentamos en los conversatorios que hicimos, tratábamos de decirle a los electores de nuestro pueblo de la importancia de la paridad y que, si salía electa Ximena o yo, se trabajaría de la misma forma que lo venimos haciendo.

¿Se podrá mantener la cosmovisión de los pueblos originarios en todo este proceso? Considerando que en la Convención Constitucional se deben formar alianzas.

Sí, el tema de llegar a acuerdos es complejo. Hemos tenido conversaciones con otros constituyentes de pueblos originarios y esperamos llegar a formar un bloque de pueblos que tenemos demandas en común, y así también personas independientes que somos afines. Estamos en esta construcción, ha pasado una semana recién. Ya estamos trabajando en eso para poder avanzar, y llegar a buen puerto en esta difícil tarea y de mucha responsabilidad.

Antofagasta fue una de las regiones con más baja participación en estas elecciones, solo participó el 36% del padrón electoral, ¿a qué crees que se debe esta baja?

 Lo que nosotros nos planteamos en la candidatura, fue un llamado a que participara al menos el 50% del patrón y participó como el 40% en el tema del pueblo Lickanantay. Este desincentivo se debe a que la población en general no está creyendo en el proceso y en las personas que se están postulando, ya no está la representatividad que se busca y cuando la población no valida el proceso, significa que la persona que salió no va a tener el resguardo o el respaldo de la población, entonces eso es delicado.

¿Qué opina de los políticos que renunciaron a sus cargos para ser constituyentes?

La verdad es que tengo una opinión bastante crítica al respecto, pensando que estas personas pertenecen a partidos políticos que ya están en un proceso de declive profundo y sostenido. Ellos no están entendiendo la realidad, no están sabiendo leer lo que la población les está indicando, se siguen enterrando en estas cúpulas, tratando de aferrarse de manera ferviente a su acomodo personal.  

Quisimos preguntarle a Galleguillos por el protagonismo que han tomado las demandas de los pueblos originarios en el actual movimiento político-cultural. Dentro del discurso social que rodea la redacción de la nueva Carta Magna, las demandas por la plurinacionalidad y el multiculturalismo de algunos sectores de la política se ha catalogado como populista.

¿Ves el discurso de “reivindicación” de los derechos de los pueblos originarios que se ha dado en la política, como algo genuino o como populismo?

El discurso ha estado siempre presente en los pueblos originarios, desde que se trabajó en la Comisión Especial de Pueblos Indígenas (CEPI), incluso mucho antes, para conformar la Ley Indígena. Tiene que existir la legitimidad de los derechos, la reivindicación territorial, el agua. Todo esto que son exigencias que han estado presentes en los pueblos originarios, entonces no creo que sea populismo, sino que ha sido una solicitud histórica de reconocimiento y que muchas veces la población chilena -por así decirlo- lo vio alejado.

El pasado miércoles 7 de julio, la Convención Constitucional dio inicio a su primera sesión. El órgano tendrá la misión de redactar una nueva Constitución en un periodo de 9 meses. Cabe recordar que este proceso inició gracias a la movilización de una ciudadanía que clamaba por una serie de demandas que culminaron con el estallido social el 18 de octubre de 2019.

Para Félix Galleguillos, esta fecha también significó un despertar de los chilenos con respecto a problemáticas como las AFP, los sueldos bajos y la salud, demandas que han existido por parte de los pueblos originarios hace años, pero que hoy cobran más sentido, con una población que ahora reconoce que estos asuntos ya no afectan únicamente a un grupo pequeño o una minoría, pues se han convertido en temas transversales.