¿Qué camiseta se pondrá ahora Sebastián Piñera?

Alejandro Pizarro

Ahora que Universidad Católica, de la mano del comandante Mario Salas y la dupla Buonanotte-Castillo, logró hacer de la franja un equipo bi-campeón, haciendo olvidar por un momento el mote de “segundones” que históricamente ha ostentado el conjunto cruzado, quiero hacer eco de unas declaraciones que hizo hace pocos días el candidato presidencial Sebastián Piñera, acerca de cuál es el equipo que lo identifica.

Resulta que Piñera dijo en radio Rock & Pop que la UC es su “señora” y que Colo-Colo es “su polola”, a la que quiso salvar de la quiebra hace ya más de diez años. Pero eso no es más que un burdo cálculo electoral, y es que después de los aprendizajes extraídos de su fallida campaña presidencial en 2005, que perdió contra Michelle Bachelet, tenía que buscar de alguna forma conectarse con lo popular, hallando en el cacique la fórmula perfecta.

Después de la quiebra fraudulenta de casi la totalidad de los clubes del futbol chileno, se generó la instancia para impulsar la ley 20.019 de sociedades anónimas deportivas, que curiosamente fue respaldada por nombre tales como: Andrés Zaldivar, Francisco Vidal, Alberto Espina, Heraldo Muñoz y Sebastián Piñera.

Una vez promulgada la ley, Piñera vio la oportunidad de negocio. Compró acciones en Blanco y Negro y puso a un operador político de confianza, como Gabriel Ruiz-Tagle (que sería después ministro de deportes) en el directorio. Dicho en términos simples: impulsó la ley, se benefició de ella y en parte le resultó la movida, ya que después le ganó a Frei Ruiz-Tagle (otro impulsor de la ley 20.019) en las elecciones del 2009 y asumió en 2010 como máxima autoridad del país.

Después de asumir la presidencia de la república, nunca más se le vio con la camiseta del cacique. Es más, mientras fue accionista de Colo-Colo, fue responsable directo en la crisis que el club sufrió después de vender a la última generación de jugadores formados por el Club Social y Deportivo Colo-Colo, no Blanco y Negro S.A. Con nombres tales como Jorge Valdivia, Claudio Bravo, Matías Fernández, Alvaro Ormeño, Arturo Vidal, entre otros, se pudieron hacer mejor las cosas, pero no.

¿Por qué no? Porque lisa y llanamente se cumplió a cabalidad el vaticinio del doctor René Orozco, ex presidente de Universidad de Chile y principal detractor de la ley de sociedades anónimas deportivas, quién dijo que “estaban todos equivocados y que el futbol iba a terminar en manos de grupos económicos y de poder vinculados a la política”. Eso explica la desaparición de Deportes Concepción, después del robo descarado de la sociedad anónima que la administraba “Fuerza, Garra y Corazón SADP”, solo por dar uno de muchos ejemplos.

Piñera quiere ser presidente de nuevo, pero chiste repetido sale podrido, porque este sujeto no puede ni asomarse por el Estadio Monumental sin que lo agarren a escupitajos, no puede tener la desfachatez y el descaro de comprar acciones nuevamente. Ahora puede vestir tranquilamente la camiseta de la Universidad Católica, y si quiere acercarse a su gente, que compre acciones en Cruzados S.A. Pero creo que va a seguir el consejo de su hermano, que lo echó al agua al decir que “si quieres llegar a ser electo, ¡tenis que ser colocololino papá!”.

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