Pirotecnia: la pesadilla de las mascotas

Por Catalina Cartes Duarte

A menos de tres semanas de que el año acabe, el mercado negro de pirotecnia empieza a moverse para quienes celebran con ellos. Así como hay quienes disfrutan con esto, muchos no lo hacen y este es el caso de nuestras mascotas.  

Las mascotas, por lo general perros, tienen capacidades más desarrolladas que los humanos, esto provocando que sean hipersensibles para algunas cosas como lo son con los ruidos. Es por esto que para la época de fin de año, son quienes más sufren por la estridencia.

El estrés que estos ruidos les provocan puede dejar grandes secuelas, desde traumas; lo que hace que le tengan miedo al más mínimo estruendo, escapes de las casas y hasta infartos fatales.  

Pero, ¿Cómo reconocer si tu mascota está en estado de estrés? Algunos de los síntomas de ansiedad son: camina frecuentemente de un lado para otro, bostezos constantes, llanto persistente y busca refugio debajo de mesas, camas o sillas.

Sólo aquellos quienes han tenido la experiencia de tener mascotas están al tanto de estas consecuencias, por lo que evitan comprar petardos en el mercado negro y/o llevarlos al lugar de explosión de fuegos artificiales de año nuevo.

Aun así, no podremos evitar el que nuestros vecinos puedan jugar con estos tipos de explosivos, por lo que aquí hay algunos tips para calmar a nuestras mascotas:

  1. Podemos contrarrestar el estruendo poniendo la radio o televisión, esto hace que el animal se distraiga y no preste atención a los ruidos fuertes de la calle.
  2. En el caso de un perro, sacarlo a pasear 30 minutos antes de los fuegos artificiales, esto ayudará a liberar la energía y no se estresará demasiado en el momento de los estallidos, o también usar el método Tellingtone en caso de no tener tiempo suficiente de un paseo.
  3. No dejarlos en el patio, ya que al escuchar ruidos fuertes pueden entrar en un momento de extrema inseguridad y estrés donde querrán escapar y pueden correr peligro de ser atropellados
  4. No amarrarlos, ya que sentirán que no tienen escapatoria y se pueden autoinferir heridas.  
  5. Por último, en casos muy extremos, llevarlos al veterinario y pedir recomendación de algún sedante, bajo receta médica.

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