“Mysteriomanía” en Antofagasta trajo la visita del rey enmascarado
Por Guido Rojas.
Cuatro de la tarde en punto. Mi padre prendía el televisor en la casa de mis abuelos y comenzaba esa introducción histórica que concluía con un “Raw is War”, ese que daban en La Red allá por el 2001. Tenía apenas tres años, pero recuerdo perfectamente una pelea épica entre los mejores exponentes de lo que llamaban lucha libre, tan cuestionada por su notoria actuación y falsedad. Sin saberlo, estaba viendo Wrestlemania 17, cuando la empresa todavía era la WWF (actualmente WWE, para evitar confusiones con la WWF que es el Fondo Mundial para la Naturaleza, la del panda). Se enfrentaban “Stone Cold” Steve Austin y “La Roca”, sí, el mismo Dwayne Johnson que actualmente graba películas en Hollywood. Después de esa pelea mi fanatismo por este deporte-espectáculo se incrementó y no paré de verla.
El año 2005 recuerdo haber escuchado el nombre de Eddie Guerrero, un texano con ascendencia mexicana, fallecido ese mismo año producto de un paro cardiaco. Tenía estilo el hombre, salía al coliseo acompañado de un auto Lowrider y su canción que comenzaba con un “Viva La Raza”. Su rival en aquel combate que vi era justamente el hombre de la máscara, desde San Diego, California, “Rey Mysterio”. También mexicano, cuando lo vi luchar por primera vez me sorprendió la agilidad y las llaves que hacía, diferentes a lo usual. Gracias a él comprendí que la lucha libre es parte central de la cultura mexicana, empezando porque fueron de los primeros en lucir máscaras en este tipo de combates.
Rey Mysterio en cada pelea innovaba con sus máscaras, luciendo atuendos alusivos a la ciudad donde iba a luchar o incluso a películas. Luego de la muerte de Eddie Guerrero, quien se consolidó como la máxima estrella latinoamericana en esta índole, el Rey ganó un campeonato mundial en WWE, obteniendo así el respeto y el cariño de los fanáticos. Sin embargo tras una serie de lesiones y los pocos planes que la empresa tenía para él, dejó de aparecer televisivamente en la WWE.
Tras eso, comenzó su carrera en los circuitos independientes. Por cosas de la vida, nunca lo pude ver pelear en vivo. El año 2008 la marca Raw lo trajo a Chile, pero el destino quiso que disputara un combate en parejas en el cual se lesionó la rodilla. Al día siguiente habría otra función, a la cual fui, pero desgraciadamente la lesión era seria y tuvo que viajar devuelta a los Estados Unidos a operarse.
Finalmente el 2006 se recuperó y pidió disculpas, a pesar de seguir lesionado, dijo que volvería, y lo cumplió finalmente este 20 de mayo cuando la empresa Wrestling Supestar, del comentarista Hugo Savinovich (el del clásico ¡Atángana!), lo trajo hasta Antofagasta en marco del evento “MysterioMania 2”. Alrededor de las cinco de la tarde los fanáticos repletaron las afueras del Estadio Sokol. Vendedores ambulantes vendiendo pósters y máscaras alusivas al más ovacionado: Rey Mysterio.
Tras una seguidilla de combates donde participaron exponentes tanto locales como internacionales, llegó el evento estelar, Rey Mysterio y Sangre Chilena en un combate en parejas. Desafortunadamente, algo sucedió: la maleta con la indumentaria necesaria para el show no llegó. Sin embargo, poco le importó al enmascarado quien no quería decepcionar a su fanaticada y dio comienzo al combate, el cual llegó a su climax cuando el rival quedó tendido en la segunda cuerda y el público antofagastino empezó a corear: ¡SEIS UNO NUEVE! (619, el movimiento insigne del Rey), que fue seguido de una plancha para cubrir a su rival y cerrar con broche de oro el evento de lucha libre.
Al salir del coliseo tuve la suerte de encontrármelo y conversar unos momentos con él:
¿Rey, que te parece haber llegado a una ciudad donde no se ve mucho este tipo de espectáculos a diferencia de Santiago, nuestra capital?
- Bastante impresionado, sólo mira -los fans lo acorralaban pidiéndoles selfies y autógrafos- … Pero no, muy contento, tuve mala suerte con lo de la maleta, pero no podía decepcionarlos y dejarlos plantados por un inconveniente. Conocí La Portada, almorzamos en El Mercado y la gente fue muy amable, se me acercó una pareja de colombianos a conversar conmigo. Y bueno, la idea es llevar Wrestling Superstar a todas las ciudades de Chile, como decía Hugo (Savinovich) al principio, este es el deporte de las mil emociones.