La historia de la antofagastina que mejoró su salud a través de la cannabis medicinal
Por Camila Herrera Palavercino.
Al escuchar Ley 20.000, automáticamente lo asociamos con marihuana. Sin embargo, ésta es la Ley de Drogas en Chile, en donde tratan los delitos y faltas respecto al tráfico de alguna sustancia ilegal. A pesar de ello, la ley no sanciona el consumo personal y en privado de ningún tipo de droga, incluida la marihuana.
“…será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y multa de diez a cuarenta unidades tributarias mensuales, a menos que justifique que están destinadas a la atención de un tratamiento médico o a su uso o consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo.” Art. 4°
O sea, podríamos inferir que el consumo de esta droga es parcialmente legal en nuestro país, pero no se puede plantar ni comprar, porque es parte del tráfico, y esa parte sí es ilegal. Aun así, en septiembre de 2014 el Servicio Ganadero Agrícola y Ganadero (SAG), autorizó a la Municipalidad de La Florida y a la Fundación Daya para tratar a pacientes con fines medicinales. Uno de esos pacientes es Maribel Azocar, quien tiene una enfermedad muy particular, la cual ha evolucionado gracias a su tratamiento con marihuana.
Una madre y esposa promedio, antofagastina de 55 años, de voz dulce y cálida sonrisa, que hoy nos entrega gracias a su nuevo estilo de vida, uno con cannabis.
¿Qué enfermedad estás tratando?
– Yo tengo una enfermedad bien particular, que se llama Síndrome Lubrilangular Autoinmune, que ataca a varias glándulas del cuerpo, por ejemplo la de tiroides ya no está funcionando al cien, como la suprarrenal, entre algunas otras. De todas ellas, tengo dos deficientes, lo que implica que esté tomando constantemente medicamentos, para funcionar yo, en equilibrio. Mi enfermedad también ataca a la vitamina B12, la cual está encargada de fortalecer la musculatura, y como la tengo deficiente sufro de dolores musculares.
¿De qué forma estás consumiendo cannabis?
– Mira, yo ingiero en aceite, y también me vaporizo. Los niños de “Daya”, vinieron y me enseñaron como preparar el aceite. Actualmente llevo 6 meses con el tratamiento y ha sido maravilloso, porque ahora puedo dormir, realmente me cambió la vida.
“Realmente me cambió la vida”, esa frase quedó palpitante en mi cabeza, además me lo dijo con tal convicción y una gran sonrisa, le creí completamente. Es increíble como algo tan banal le cambie la vida a alguien.
¿Cómo decidiste comenzar un tratamiento con marihuana?

– Mis hermanos comenzaron a ver el deterioro que estaba sufriendo, sobretodo por el Ravotril, el cual llevaba tomando hace 20 años para poder dormir. Comencé con una dosis de 0,5, y después ya estaba con 3, entonces comencé a preocuparme, porque este medicamento me provocó hartas deficiencias como persona, me volví dependiente de él porque lo consumí mucho tiempo. Además, consumía tantos medicamentos, que eso me provocó un daño hepático.
¿Anteriormente habías consumido marihuana?
– Yo nunca había fumado en mi vida, ni en mi juventud, siempre fui muy temerosa respecto a la marihuana, o cualquier otra cosa, hasta el trago. Incluso, cuando pillé a mi hijo fumando a los 17 años, se me derrumbó el mundo, me quería morir. Lo empecé a llevar a terapia y psicólogo, porque para mi, mi hijo era un drogadicto, yo era anti marihuana.
Al escuchar esas palabras, fue casi como escuchar a una mamá promedio, que nunca fumó en su vida, y que tiene una percepción negativa de la marihuana, algo así como aquel spot que circulaba en el gobierno de Lagos, en donde un adolescente no era capaz de hacer actividades cotidianas, y te entregaba el mensaje de que si te fumabas un pito serías tonto y adicto, y lo más probable es que terminarías fumando pasta. Error.
¿Qué sentiste la primera vez que consumiste ?
– La verdad es que cuando comencé con esto sentí mucho miedo, porque nunca lo había experimentado, pero me tomé este aceite y me sentí súper relajada. La doctora me dijo que comenzara con cinco gotitas, para luego ir aumentando, y así lo hice.
¿Cómo ha repercutido la marihuana en tu vida?
– Ahora he aprendido a disfrutar la vida, y no bajonearme por cosas sin importancia. Por ejemplo, yo tengo vitíligo en mi cuerpo, y en el verano era incapaz de bañarme en la playa, y a mí me encanta el mar, pero por mi piel solo me atrevía a hacerlo de noche, y ahora no, no me importa, porque ya no es algo importante, porque la marihuana me ha cambiado, me ha abierto a otros mundos, he conocido y sentido otras cosas, es simplemente maravilloso.
¿Qué piensas sobre aquellos que están en contra de la legalización?
– Uno lo tiene que experimentar para opinar, y siento que todos deben probarlo, porque trae beneficios enormes a nosotras, como mamás y seres humanos, es una ayuda enorme en todo sentido. Además es ilógico que sea ilegal, porque es un antiinflamatorio tan potente, y un relajante tan grande, que perfectamente puede reemplazar a un ibuprofeno, o un paracetamol, además es mucho mas barato. Por otro lado, considero que es un mucho más nefasto el consumo de alcohol y tabaco, hay muertes por eso. La Ley Emilia se hizo porque hubo muertes por el consumo del alcohol, en cambio no conozco ninguna muerte por consumir marihuana, o que alguien volao haya matado a alguien.
Cómo es posible que algo que posee tantos beneficios para nuestro cuerpo, y hasta nuestra salud mental, sea comparado al mismo nivel de la heroína o cocaína, según nuestra actual ley de drogas. Pero es peor aun que muchas personas no tienen idea de sus beneficios, porque, a pesar de que haya más información al respecto, la desinformación todavía perdura.
¿Cómo ha impactado económicamente tu tratamiento?

– A mi esposo le quedan dos años para jubilarse, y como sabes, no es lo mismo la jubilación que el sueldo, entonces él estaba muy preocupado respecto a mi enfermedad, porque esta requería mucho gasto, pero ahora que estoy tratando mi enfermedad con cannabis, todo eso pasó, porque es mucho mas económico tratarla así que con medicamentos. Por ejemplo, la inversión que habían en antiinflamatorios, que además me estaban haciendo un gran daño al hígado, ya no está, porque todos esos dolores me los trato con los aceites que hago, esto genera un enorme ahorro para nuestro bolsillo, porque ahora solo consumo tres medicamentos, y antes tomaba como ocho o diez.
Y así se reducen unos 7 medicamentos solo con marihuana. De más está decir que hay algún tipo de acuerdo-colusión-favor político con las farmacéuticas, si estamos en Chile. Ahora lo importante, ¿cómo lo digo? ¿Tienes plantita? No, no, ¿cultivas?
– Sí, tengo una sola plantita, y trato de mantener sólo una, pero poder cosechar harto, y con eso mantenerme en el tiempo, porque igual demora que brote. Mi hijo sólo me compra semillas que tenga un efecto de relajo, mm, ¿Sativa? No, no, esa planto yo, porque esa me mantiene relajada.
¿Y tienes el permiso para cultivar?
– Sí, tengo el permiso, y este año debo renovarlo, tengo que ir donde la doctora para que me de la autorización, y seguir plantando.
¿Cómo conociste a la “Fundación Daya”?
– Yo conocí la fundación a través de la televisión, y mis hijos me ayudaron a informarme más, porque yo estoy de los 30 años con esta enfermedad, entonces empezaron a averiguar, porque ellos eran más entendidos en el tema, y descubrieron que era muy bueno para tratar mi enfermedad, me hablaron sobre los aceites, de todo. Por ello, considero que es maravilloso que la fundación exista, mas aún en nuestra región, en donde es todo tan caro, por lo mismo, si la gente tuviera una mente más abierta y se informara sobre esto, uh, se ahorrarían muchos males. Y por eso espero que a la fundación le vaya muy bien.
Pienso que gran porcentaje de antofagastinos no debe tener idea que la fundación está en la ciudad, y es una gran ayuda para orientarte si es que quieres comenzar un tratamiento con marihuana, como dije anteriormente la desinformación es mayor.
¿Has tenido algún efecto negativo?
-Nada, ni uno solo, mi ánimo cambió, ya no estoy todo el día triste por mi salud, al contrario, estoy más feliz, soy otra persona. La marihuana me enseñó a disfrutar de la vida.