Columna: El Tiempo en Goles

Por Ángelo Lillo

Existen al menos dos programas de televisión que marcaron a los chilenos en ciencia y tecnología, el primero que se me viene a la mente es Hernán Olguín y su programa “Mundo” en los años 80. Luego, a comienzos de los 90 apareció “Enlaces” conducido, en esos años, por una joven Margot Kahl en TVN. Más tarde llegaría la era del Premio Nacional de Ciencias Exactas, Eric Goles.

Goles logró llamar la atención hablando de ciencias, ir en el prime time y tener un rating increíble de más de 18 puntos. Eso, hoy parece todo un mérito, pero hace un poco más de 10 años, era una realidad en televisión.

En esta cuarta edición del Festival de Ciencias Puerto de Ideas Antofagasta, Goles trajo consigo el lanzamiento de su segundo libro “La conspiración de Babel” en el Colegio San Luis; esto se suma a sus ya múltiples publicaciones, que, como Doctor en Ingeniería y Doctor en Matemática, tiene.

El matemático Rodrigo Valenzuela empezó realizando la introducción al libro dando una síntesis bastante objetiva sobre el contenido, y a la vez, captó la atención del público haciendo énfasis del sentido “humorístico” de la novela. Esto resultó ser una buena estrategia ante la audiencia, ya que la tuvo cautivada desde un principio. Dicho análisis duró alrededor de 25 minutos. De cierta manera “La conspiración de Babel”, es la raíz principal de lo que es el libro, y a la vez no, puesto que no es lo único que se relata. Y es que el libro presenta temas muy dispersos al título en los cuales se conoce al autor y al genio que es Kurt Gödel, denominado como el “lógico más grande después de Aristóteles”.

Muy importante rescatar el aporte que realizó Valenzuela, pues siendo él también matemático, garantiza que el lenguaje e incluso la temática del libro no es exclusivo para expertos, lo cual resulta favorable y de fácil lectura, ya que no es un libro con tecnicismos matemáticos.

La segunda intervención la realizó Aldo Mascareño, sociólogo de profesión, quien rescató la importancia del tercer fantasma, que varios de los que estábamos allí entendimos como un tercer momento o acción dentro de alguna situación que se nos presente y que se encuentra siempre en todos nosotros, todo esto se menciona en la vida de Gödel.

Muchos pensarían que un libro escrito por un matemático, sobre otro matemático; a simple vista resultaría  nada atractivo, o citando al comentario que realizó Valenzuela, <<nada sexy>>; pero la “conspiración de Babel” muestra mucho más que sólo números, teoremas y lógica: es de un ser humano como Göbel que tuvo en un inicio una relación de pareja bastante complicada con Adele Nimbursky, quien Goles define como una “cabaretera”, pero que, sin embargo, lo acompañó  hasta su muerte en Princeton, Estados Unidos en 1978.

El mismo Eric comenta que en el libro deja su faceta de matemático y saca a lucir su cara literaria, la cual también es una de sus muchas pasiones.

Hay que señalar el detalle más importante de todos, que Rodrigo Valenzuela, como él mismo contó, no tuvo la oportunidad de tener el libro con anticipación, caso contrario a Mascareño. Sin embargo, su opinión sobre “La conspiración de Babel” resultó ser muy amena y profunda.

Aldo Mascareño, fue el primero en tener el borrador del libro, y se destaca el aporte sociológico al autor.

Subjetivamente hablando, Goles estaba en su casa anunciando un libro, no iba a tener detractores, ni gente que lo quisiera criticar, a veces sentía que estaba lleno de lamebotas porque cuando empezaron la ronda de preguntas todos memoraban una anécdota con él y que extrañaban “Enlaces”. No sé si me estoy convirtiendo en un tipo confrontacional o realmente quiero hacer periodismo. Esa actualmente es mi interrogante.