Los súper hombres sí existen, caminan entre nosotros.

3 de Enero de 2017 El Pensador

Por Javiera González

Es difícil reconocer que la vida es corta y frágil como todos te advierten, uno no se da cuenta hasta que te pasa, y sólo entonces, aceptas que esa afirmación es real y abrumadora.

Caminando por el box de Crossfit Lickan Ckuru (gimnasio de crossfit) el recuerdo invade mi mente, las dependencias se sientes vacías, como si algo faltara, el frío se apodera de mi cuerpo y corazón, es ahí cuando comprendí lo que realmente pasaba: Un súper hombre caminaba entre nosotros sin darnos cuenta, un super hombre que físicamente… ya no camina más.

Miguel o “el Migue”, como todos lo conocían, al principio se caracterizaba por ser una persona reservada, siempre con sus audífonos puestos, la expresión facial plana y siempre dispuesto a subirle un disco más a su pesa. Siempre estaba concentrado en las personas que amaba y en cumplir sus metas, que siempre lograba.

Con el tiempo se convirtió en nuestro querido coach, ahí fue cuando realmente conocimos a esta maravillosa persona que estaba atrás del silencio que invadía sus entrenamientos personales. Un hombre risueño, motivado, humilde, luchador, un poco sentimental a ratos, pero sin duda no era una persona normal. Amante de su querida hija, quien lo describiría como “el mejor papa de la galaxia”. Amigo de sus amigos y preocupado por el prójimo, cuando de ayudar se trataba, él era el primero en decir “cuenten conmigo”.

Los que tuvimos la fortuna de obtener su amistad, sabemos la extraordinaria calidad humana que tenía, siempre tratando de compartir su motivación, deportiva o personal. Realizaba unos WOD (circuitos de crossfit) del terror, que la mayoría creía que no podría terminar y mucho menos en el tiempo que daba, pero el aún así tenía la convicción de que nosotros podíamos más, y así era, siempre tenía razón, nosotros podíamos, el nos ayudó a darnos cuenta de lo que realmente éramos capaces, a conocer que los limites no existen, que la vida es corta y hay que disfrutarla.

En una de sus muchas publicaciones motivacionales él escribió: “Hay personas mágicas, te lo prometo, las he visto, se encuentran escondidas por todos los rincones del planeta disfrazadas de normales disimulando su especialidad, procuran comportarse como los demás, es por eso que es tan difícil encontrarlas. Pero cuando las descubres, no hay marcha atrás, no puedes deshacerte de su recuerdo, no se lo digas a nadie, pero dicen que su magia es tan fuerte que si te tocan una vez lo hacen para siempre”. Déjame decirte, querido amigo, que estabas en lo cierto una vez más, esas personas sí existe y efectivamente caminan entre nosotros sin darnos cuenta, y quizás sin saberlo, tú eras una de ellas, una persona mágica que su recuerdo no se borrará jamás, y que dejó una huella en el corazón de todos los que tuvimos la fortuna de conocerle.

Tu deceso, producto de aquel fatal accidente automovilístico, es difícil asumirlo, no obstante, sigues enseñando tras tu partida, contigo me di cuenta que nunca es mal momento para decir te quiero, te admiro, estoy orgullosa de ti, porque uno nunca sabe cuando la vida llegará a su fin.

Amigo mío, compañero de entrenamientos, padre, coach, súper hombre… sin duda este ha sido un golpe muy duro, pero tu partida no será en vano, gracias por todas las enseñanzas y buenos momentos vividos, y sobre todo gracias por enseñarme que los súper hombres ¡sí existen!

Un beso y abrazo al cielo amigo, no es un adiós sino un hasta pronto, y ten por seguro que tu recuerdo en la Tierra jamás se borrará del corazón de todos los que tuvimos la fortuna de conocerte.