Gerardo Ameli: “No escucho otra cosa que no sea rock argentino”

Por Pablo Flores Alquinta.

El entrenador trasandino regresó, hace unas semanas, de sus vacaciones para iniciar la actual pretemporada, luego de ser el conductor de la positiva campaña que le permitió al CDA clasificarse por primera vez e históricamente a un torneo de carácter internacional.

Fanático por Bielsa y Newell’s, padre de familia y también hermano del futbolista Horacio “Coco” Ameli, dio a conocer su lado más humano, sus facetas de vida, además de su incansable trabajo y cómo ha logrado construir su incipiente trayectoria en dirección técnica.

Termina la práctica, son las 11:15 horas, y el DT Gerardo Pablo Ameli (48) le dice a sus jugadores, formando un círculo en el gramado de la cancha 1 del “Calvo y Bascuñán”, que con tan sólo diez días de entrenamiento se ven muy motivados y entusiasmados para afrontar el cúmulo de desafíos que tendrán para este año 2019. Acto seguido, el plantel se va a los camarines y queda hablando con su cuerpo técnico, momento en el que también se acerca un hombre junto a su esposa e hijos quien, además de agradecer al argentino por quedarse un tiempo más en el cuadro “Puma”, le pide una foto junto a su familia para inmortalizar la ocasión.

Fue en ese instante cuando este padre me ve cerca, a unos metros, y me pide que yo sea el fotógrafo pasándome su teléfono celular, a lo que yo accedí sin ningún problema, ya que estaba intentando pillar a solas a Ameli para presentarme respetuosamente y decirle que yo soy el periodista que coordinó esta entrevista de semblanza durante la semana. Cuando me acerco, ya tenía la atención del entrenador.

Luego de tomar varias fotos, me presento ante el corpulento y nacido en Rosario y me dice: “vos venís por lo de la entrevista, verdad. Espérame un poquito”. Ya estando a solas, nos fuimos hacia las gradas del sector cordillera del estadio, sitio en el que comenzamos con esta conversación sobre el lado más humano del estratega de Club de Deportes Antofagasta, sin desprendernos de lo anecdótico.

INFANCIA E INICIOS

¿Cómo fueron sus primeros pasos como entrenador de fútbol profesional?

– Siempre estuve con trabajo, quizá en lugares menos trascendentes, pero previo a trabajar en Sporting Cristal trabajé dos años en las selecciones juveniles de Perú, es decir, Sub-15, Sub-17 y Sub-20 y luego de eso paso al Cristal. Después trabajé en Portugal, si bien no fue fútbol profesional, fue una experiencia que creo que me nutrió mucho porque me ayudó a ver otras cosas del fútbol europeo.

¿Esa tónica la complementó también con el fanatismo que tiene por Marcelo Bielsa?

– Claro, cosas que me ayudaron a matizar mi forma de ver el fútbol hasta ese momento, que siento que es una cuestión permanente. Siempre voy tratando de nutrirme y adaptando mi pensamiento a situaciones por las que voy pasando, experiencias, cosas que voy viendo y también momentos de los equipos, situaciones deportivas que uno va transcurriendo.

Vamos por el comienzo, entonces. ¿Cómo se da la infancia de Gerardo Ameli, en aspectos generales como la escuela, los amigos, etc.?

– En las cuestiones familiares, era una familia tipo en aquella época: mamá, papá y tres hermanos varones. Vivíamos en un barrio en la ciudad de Rosario, era barrio y fútbol, escuela y fútbol. Permanentemente todo el día en la calle y jugando principalmente al fútbol, había muchos terrenos libres, campitos, espacios verdes. Con respecto a la escuela primaria era lo mismo, tenían una canchita y en los recreos era fútbol. Después, ya a los 8 o 9 años, lo mismo, pero ya en un club más formal, por una o dos horas al día, junto con mis dos hermanos y mis padres acompañando mucho.

Luego en el fútbol juvenil pasamos a un club más profesional y a entrenar todos los días. En lo que tiene con la formación ya deportiva, uno se dedicó más al estudio; el otro fue futbolista, que es mi hermano Horacio “Coco”; y yo en el fútbol semi profesional, ahí en ligas del interior ganando una moneda, algo así para subsistir pero sin chances concretas de participar en el fútbol profesional, por lo cual me decidí a dejar la carrera e intentar seguir jugando a la pelota y definitivamente dedicarme, primero, a estudiar Educación Física y después de lleno al curso de Director Técnico de fútbol.

¿Cuál fue el momento exacto en el que usted dijo “yo quiero dirigir equipos, me gustan los planteamientos e ideas futbolísticas”?

– No sé si hubo un momento. Yo sentía porque me interiorizaba – cuando intentaba ser jugador – de los entrenamientos, sus formas, preguntaba mucho a los entrenadores; por ahí incluso hasta intercambiaba opiniones o me he tomado el atrevimiento de dar mi punto de vista. Y para esa época, estoy hablando ya de hace 20 años, aparece Bielsa en Newell’s Old Boys (ARG), equipo del cual soy hincha.

La forma de vivir el fútbol de Bielsa, de plantear los partidos, y de lo que generó en Newell’s, esa suerte de quiebre de un antes y después, nos quemó la cabeza, hizo que todos nos entusiasmáramos con la idea de seguir como tratando de mantener su legado. Creo que en esa etapa empecé entre la disyuntiva de continuar tratando de buscar la forma de ser jugador y ahí me di cuenta que no, y lo resolví empezando a estudiar y dedicarme un poco más a eso, hasta que bueno, no trabajé en ningún club porque siempre existe la posibilidad de ir insertándose. No laburé en clubes hasta que no terminara la carrera, era una cuestión así como de un capricho.

Decidió enfocarse y esperar pacientemente.

– Y no para decir “bueno, yo no voy a tomar un equipo o desarrollar un entrenamiento sin tener la preparación formal académica”. Hice eso, creo que me ayudó en parte al realizar el curso de entrenador una vez que me recibí. Ya rápido empecé a trabajar, lo tuve que complementar con otro trabajo más tradicional, por cuestiones de economía, pero no por muchos años, y después ya tuve la oportunidad de dedicarme de lleno.

¿Cuáles fueron esos trabajos aparte?

– Mi familia tiene un supermercado y ahí trabajé habitualmente.

¿Les apoyaba trabajando, por ejemplo, los fines de semana o día por medio?

– Cuando el fútbol me lo permitía. Sí, de lleno en la tarea del fútbol, pero había que tratar primero de ayudar a la familia, pero principalmente, o por otro lado, tener la posibilidad de ayudar con un ingreso económico que permita intentar desarrollarme en la carrera y eso se pudo conseguir. Conté obviamente con el apoyo de mi familia en ese aspecto, mis padres y mis hermanos, que también aportaron de alguna forma, con paciencia, para que cada uno de nosotros podamos desarrollarnos en lo que queríamos.

Ahora, volviendo al tema de Bielsa, ¿qué fue lo que más le encantó de su estilo?

– Si tuviese que definir dos cuestiones bien claras, tiene que ver con la intensidad de juego que propone o que principalmente proponían en aquella época. Digamos, fue un quiebre. Ahora, no hay un equipo que no sostenga alta intensidad, pero principalmente Newell’s era un equipo catalogado como de una elite entre el buen juego y no tanta garra, o sea, eso hasta los noventa, y cuando vino Bielsa, pasó ya no a ser el equipo de Bielsa, el club cambió la tendencia, es decir, el equipo a partir de ahí empezó a generar y promover jugadores ya históricamente de otra estirpe, que no descuidaba la buena intención de juego.

Claramente ahí empezó a sentar las bases.

– Y eso fue un quiebre, un antes y después de esa etapa en Newell’s, como que se generó, para mi mirada obviamente, un contagio positivo que hizo que todos los que estábamos más o menos ahí tratando de seguir al equipo, nos sintiéramos orgullosos de ser hinchas de Newell’s.

Ahora, Manuel Pellegrini, ¿en qué influyó en usted? Él estuvo en River y dirigió a su hermano Horacio.

Yo no tengo relación con Manuel, porque una vez hablé sobre este tema y pareció que yo tenía un vínculo. Mi hermano, creo yo, fue un jugador importante en la etapa de Pellegrini en San Lorenzo y en River, y mi hermano todos los días me comentaba algo sobre su forma de trabajar. Y a partir de lo que él me contaba, yo fui tratando de incorporar principalmente lo que tiene que ver con el lado humano de los jugadores, lo mío era más máquina, más estandarizado, menos individualizado, menos personalizado en cuanto a lo que cada uno, como deportista, está atravesando con cuestiones individuales que no hay que descuidarlas, y no puedes tratar a todos por igual, que no todos son iguales, que no reaccionan ante determinadas circunstancias externas vinculadas a lo deportivo y eso no siempre sale bien. Uno no siempre tiene la capacidad de un tipo especial como Pellegrini para ese tipo de cosas.

Después tuve la oportunidad de que me invitó, o mi hermano consiguió, o Manuel le dijo, para invitarme a algunos entrenamientos a San Lorenzo, él tuvo la amabilidad de pasarme una carpeta con todos los trabajos de la temporada, explicándome las razones de algunos de los trabajos o los objetivos de cada actividad en el campo.

Entonces, eso lo conservé durante mucho tiempo, después se perdió en alguna mudanza, pero me fue muy útil como herramienta de inicio. Hay muchos tipos que en sus inicios no tienen esa oportunidad, yo por suerte la tuve, y creo que seguramente para él fue un detalle o algo pequeño, pero para mí fue algo trascendente.

FAMILIA

Vamos al tema más familiar. Usted es padre de Ignacio Ameli, jugador de Club Atlético Douglas Haig (ARG).

– Sí, intenta. Ahora no está jugando en ese equipo, está en el fútbol semi amateur. El fútbol argentino está complicado, porque ha reestructurado categorías y miles de jugadores y entrenadores se quedaron sin trabajo porque hay divisiones que han desaparecido, como categorías semi profesionales o profesionales y se hicieron amateurs. Mi hijo salió afectado, pero bueno, está ahí luchándola para intentar ser jugador.

Hablemos de la familia que ha logrado establecer.

– Tengo a mi esposa Janina, mi hijo (Ignacio) que también tiene su familia y una hija que es mi nieta, se llama Amparo, que es hermosa, a la cual extraño mucho; tengo mi hija que vive en Inglaterra, Bárbara, y estuvo los primeros ocho meses en mi estadía acá, nos acompañó, es una trotamundos. Mi mujer hoy me acompaña, resignó, por lo menos por ahora, su profesión de maestra de párvulos para estar juntos y después también ayudar a sobrellevar todo lo que tiene que ver con la exigencia que tiene esta profesión, siendo como un cable de tierra en los momentos para compartir.

Una apoyo emocional ante los dilemas de su profesión.

Claro, llegar a casa y poder tener ahí una compañía, una contención, a mí me ha ayudado mucho y para mí es importante. Lamento o a veces duele o incomoda un poco que haya tenido que distanciarse. Si hubiese una forma de que pudiese ejercer su profesión, sería distinto, es medio injusto cuando a partir de acompañar a uno, el otro tiene que resignar lo que le gusta hacer y lo que hace también, porque ella es una muy buena docente.

¿Y usted vive acá en Antofagasta con su esposa solamente?

– Mi esposa sola. Bárbara no está conmigo acá. Ignacio vive en Argentina con su esposa y su hija y ahí tratando de lucharla. Yo antes dije, intento de ser jugador profesional, él es jugador, y trato de hacer que ese sea su medio de vida. Está difícil, pero la viene peleando.

TIEMPO LIBRE

Aparte de su trabajo, una vez que llega a su casa, ¿tiene algún pasatiempo?

– Nuestro trabajo, por lo menos, como lo tomo yo, es bastante difícil desconectarse. Uno permanentemente está revisando o siguiendo temas como las incorporaciones, los lesionados, la planificación del día de mañana, de la semana que viene, del viaje, mirando un rival o analizando lo que pasó en el entrenamiento del día. Permanentemente uno está encima, trato de salirme, no es tan sencillo para mí, algunos quizá lo pueden hacer. Salgo a caminar, escuchar música un poco, si puede ser en algún momento cuando está mi esposa conmigo, acompañado de ella, sino solo.

Yo generalmente vivía en casas con patio y jardín, tengo uno allí, en el balcón de mi casa.

¿Le gustan las casas con jardín, patio y todo eso?

– Me gustan mucho, en este momento, acá en la región, es difícil encontrar, pero entonces traté de armarme allí en el balcón un jardín y cuido a las plantas, es un tema que me gusta mucho.

¿Es como su pequeño pasatiempo de toda esa profesión?

– Salgo generalmente con la radio, escuchando algún programa de información general y el mate. Ahí me quedo entre una hora o una hora y pico cortando las hojitas malas, poniendo el abono, el fertilizante, ahí atendiendo las plantas un poco y después trato de salirme. Por ejemplo, esta noche (sábado) voy a ver una obra de teatro al parque Croacia, que no es habitual, trato de hacerlo, no me sale tanto, pero lo tengo decidido para hoy. Trato de que mi cabeza se abra un poco a otras cuestiones que no sea el equipo, y no es por salirme, porque el fútbol es algo que me gusta, pero busco algo que me oxigene ya que siento que sino uno se satura y tratando de evitarlo, es que busco este tipo de salida.

¿Me imagino que en las vacaciones se desconectó un poco?

– Poco, las vacaciones son muy difíciles para nosotros porque es el momento de las renovaciones y contrataciones; hay que hablar con jugadores que se van o los que vienen o posiblemente vengan, dirigentes, representantes. Es medio difícil desconectarse, pero sí, tuve unos días el sur de Argentina, en la Patagonia. Muy lindo, con la familia y después estuve allí en Rosario también compartiendo bastante con toda mi familia.

¿Estuvo con su hermano “Coco”?

– Sí, con Coco (Horacio) en el sur también. Él tiene un hotel en un lugar que se llama Villa Pehuenia, que es del otro lado de la cordillera de Pucón. Nos invitó a toda la familia, así que estuvimos diez días allí compartiendo mucho con mis viejos, mis hermanos, mis hijos, mi esposa, también amigos. Después en Rosario con mi otro hermano, mis sobrinas, amigos, la verdad que la pasamos lindo y se nota en mi panza (risas).

Usted dijo que salía a caminar y atendía sus plantas escuchando música, ¿cuáles son sus gustos musicales?

– Casi no escucho otra cosa que no sea rock nacional argentino. ¿Cerati? Sí, escucho Cerati, tengo que escuchar. Soy un poco más variado, soy más Calamaro, Charly García, ahora no sé, podemos llamarle más rock and roll, digamos Callejeros, o como lo son Los Redondos o el Indio Solari, o algunas cosas así un poco más pesaditas.

Entrando a una parte más audiovisual, ¿le gustan las películas?

– Miro menos de lo que quisiera, pero me cuesta encontrar dos horas continuas de prestarle atención.

¿Cuesta? ¿Son muy extendidas? ¿Pierde el hilo de vez en cuando?

– Sí, un llamado, digamos, me cuesta. Para mirar una película, me siento y miro, pero me cuesta encontrar dos horas, o sea, termino de cenar o algo de eso y ya me cuesta pensar en dos horas sin ir a descansar porque al otro día 06:30 horas y arriba. Esta noche (sábado) podría mirar una, ya que al otro día tengo libre, pero también prefiero hacer algo cuando está lindo el día, o como éstos acá, poder salir o algo de eso. Entonces voy a ir a ver esa obra de teatro y después seguramente iremos a cenar con el cuerpo técnico.

Pero, ¿tiene una película favorita que tal vez lo haya marcado en su infancia o algo por el estilo?

– “En el nombre del padre” (In the Name of the Father), es una buena película que está relacionada con la lucha de Irlanda. Se centra en la pelea de Irlanda por la liberación de respecto a Inglaterra, pero es la historia de un papá y un hijo dentro de ese conflicto.

¿Y comidas favoritas? ¿Tiene su plato preferido?

– Y el asado.

¿Le gustan los asados, compartir?

– Me gustan. Claro, creo yo que lo que más me gusta del asado, es la previa, ¿no? Juntarse, charlar, el fueguito, tomar.

¿Toma cerveza?

– Sí y no, de tomar alcohol, no me gusta tomar mucho, pero por ahí un Fernet, por ejemplo; pero la picadita, la previa, la preparación es lo que más me entusiasma, y después, me gusta la carne.

De vivir en Argentina, Perú y hoy en Chile, me imagino, ¿ha habido un cambio bastante cultural en lo gastronómico?

– Aparte de vivir en Perú, amplié mucho mi gama y variedad de comidas, era muy cerrado. Era carne, milanesa de carne, carne asada, costeleta de carne, churrasco a la plancha, era mucho de carne. Y ahora amplié mucho más, aparte de vivir en Portugal y Perú, mucho más pescado, verduras, más sano.

En ese sentido, tiene una faceta culinaria.

– Sí, me gusta cocinar también.

DESAFÍOS 2019

¿Cómo se encuentran los ánimos para el desafío internacional? ¿Hay ansiedad, me imagino, o un poquito aunque sea? ¿Lo ha sabido sobrellevar?

– Mira, terminamos el entrenamiento hace un ratito, y les decía a los jugadores que van diez días de entrenamiento y los vemos muy bien, que estamos muy entusiasmados realmente por cómo los vemos a ellos con la predisposición. Los trabajos han sido muy exigentes en doble turno. Ni un jugador se bajó de un entrenamiento acusando alguna molestia, nada, la verdad que bueno el departamento médico y los profes están haciendo un esfuerzo bárbaro para reponerlos rápido, la planificación creo que es muy buena y más el esfuerzo de los jugadores.

Hay un compromiso que entusiasma, estoy convencido que nos estamos preparando bien, estamos de cualquier manera con los pies sobre la tierra, sabemos que tenemos un desafío internacional por primera vez en la historia del club, pero de cualquier manera, en tres o cuatro días después, está el inicio del torneo local, el cual vamos a hacer lo imposible que esté a nuestro alcance para no descuidarlo. Sería un error desmerecer ese campeonato nacional, y si uno lo arranca mal, después es muy difícil insertarse. Hay un entusiasmo que también genera las características y el nivel del rival que vamos a enfrentar (Fluminense – BRA), pero nuestra atención no está sólo depositada en ese partido, una es esa llave, pero también nos estamos organizando y mentalizando en la importancia que tienen también las primeras cuatro fechas del torneo local, durante esos partidos de ida y vuelta.

Ahora, sus expectativas son altas, en ese sentido, pero siempre está tratando de ir con calma y paso a paso.

– La frase “paso a paso” es importante tenerla presente porque definitivamente es como que se avanza en este deporte, por lo menos, desde nuestra mirada. De cualquier manera, tenemos expectativas de generar algo importante y los objetivos concretos los vamos a conversar con los jugadores y trataremos de unificar una mirada para que las metas propuestas sean mediante un consenso o construcción grupal, que no sea que alguien los baja o los direcciona, sino que sea realmente algo genuino que surja en el seno del plantel.

¿Cómo se han incorporado al equipo las nuevas contrataciones? ¿Cómo ha sido el hecho de que ellos tengan que cambiar a otra idea futbolística que tal vez ya tenían?

– No, las ideas van a ser parecidas o similares, siempre atendiendo también las cualidades de los jugadores que se van incorporando. De hecho, son jugadores que encajan desde lo deportivo en nuestra forma de pensar el fútbol y ellos, primero que todo, la fortaleza del plantel que continúa la institución, los recibe de la mejor manera porque está compuesto por buena gente y elementos de lo humano. Y entonces los recibe bien, y los que se incorporan, se los ve incorporándose a la dinámica del plantel en todos los aspectos futbolísticos y sociales, con mucha predisposición y mucha ubicación. Entonces hace pensar que se van a insertar de alguna manera.